Después de los avatares de la guerra, el nuevo hogar de los Grases era una casa relativamente espaciosa, como otros pisos del Ensanche de Barcelona. "Sin embargo -comenta Manuel Grases- el piso nos pareció un poco pequeño porque pensábamos tener muchos hijos. Poco tiempo después encontre un empleo".
Enrique, el hermano mayor de Montse, añade: "Éramos una familia numerosa -ocho hermanos- muy alegre, muy divertida, pero muy ordenada. El hecho de haber nacido en una familia numerosa es una experiencia grata y enriquecedora. Te acostumbras a compartir. No tienes 'tu' habitación: es siempre 'nuestra' habitación. Mi familia fue una escuela de austeridad. También fue una escuela de vida cristiana vivida con sencillez. Algunas tardes, al acabar los deberes, rezábamos el Rosario todos juntos.
También -sigue contando Enrique- nos reuníamos todos y charlábamos y opinábamos sobre la marcha de las cosas de la casa (...) y disfrutábamos de esa confianza para charlar de todo con nuestros padres".
Texto: Montserrat Grases La alegría de la entrega J.M.Cejas
Texto: Montserrat Grases La alegría de la entrega J.M.Cejas
2 comentarios:
Gracias por el maravilloso blog sobre Montse
Es animante recibir este correo. Seguiremos publicando.
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